La hipercifosis dorsal se manifiesta como una curvatura excesiva de la columna vertebral en la región torácica, provocando una postura encorvada y posibles dolores en la espalda.
Este trastorno puede afectar significativamente la calidad de vida, limitando la movilidad y causando molestias continuas.
La fisioterapia se presenta como una solución eficaz para mejorar la postura y aliviar el dolor, permitiendo a los pacientes recuperar su bienestar físico de manera progresiva y efectiva.
¿Tu Espalda se Encorva? Descubre Cómo Vencer la Hipercifosis Dorsal y Vivir Sin Dolor
¿Sientes un dolor persistente en la zona alta de la espalda? ¿Notas que tus hombros se van hacia adelante y que tu postura cada vez es más encorvada? Quizás te mires al espejo y veas el inicio de lo que comúnmente se conoce como "chepa" o "joroba". Si te sientes identificado, quiero que sepas algo muy importante: no estás solo y, lo más crucial, tiene solución.
Soy un fisioterapeuta de las clínicas eFISIO en Madrid, y cada día ayudo a personas como tú a liberarse de las molestias y las limitaciones que provoca la hipercifosis dorsal. Entiendo tu frustración, la preocupación por tu aspecto físico y, sobre todo, el dolor que puede llegar a ser incapacitante. Pero también conozco el camino para recuperar la verticalidad, la confianza y, en definitiva, tu calidad de vida. Acompáñame en este artículo donde te explicaré todo lo que necesitas saber sobre esta condición y cómo podemos ayudarte a superarla.
¿Qué es Exactamente la Hipercifosis Dorsal? Desmitificando la "Chepa"
Para entender qué es la hipercifosis, primero debemos hablar de la curvatura natural de tu espalda. Tu columna vertebral no es una línea recta; tiene una serie de curvas fisiológicas que le dan fuerza y flexibilidad. En la zona dorsal (la parte media de la espalda, a la altura de las costillas), tenemos una curva natural hacia afuera llamada cifosis fisiologica. Esta curva es completamente normal y necesaria.
El problema surge cuando esta curva se vuelve excesiva. Hablamos de hipercifosis dorsal o hipercifosis torácica cuando el ángulo de esa curvatura es mayor de lo normal, provocando esa apariencia de "espalda encorvada" o "chepa". No es solo una cuestión estética; esta alteración postural puede ser el origen de una cascada de síntomas y dolores que afectan a tu día a día.
Es fundamental diferenciar entre dos tipos principales:
Hipercifosis Postural: Es la más común. Se debe a malos hábitos posturales mantenidos en el tiempo. La buena noticia es que es flexible y, con el tratamiento adecuado y un cambio de hábitos, se puede corregir por completo.
Hipercifosis Estructural: En este caso, existe una deformidad en las propias vértebras. Es menos común y a menudo se asocia a condiciones como la enfermedad de Scheuermann en adolescentes. Aunque es más rígida, la fisioterapia es clave para gestionar el dolor, mejorar la funcionalidad y evitar que empeore.
¿Te Reconoces en Estos Síntomas? Identificando la Hipercifosis Torácica
La hipercifosis no siempre se manifiesta de la misma manera. A menudo, los pacientes llegan a nuestra consulta con un síntoma principal, pero al explorar, descubrimos un cuadro mucho más amplio. ¿Te suena alguno de estos?
Dolor en la zona dorsal: Es el síntoma estrella. Un dolor sordo, a veces agudo como un "pinchazo", localizado entre las escápulas (omóplatos). Muchos de mis pacientes lo describen como "una carga constante" o "una tensión que no se va".
Dolor de cuello y hombros: La cabeza se adelanta para compensar la curva dorsal, sobrecargando toda la musculatura cervical y los trapecios. Esto puede derivar en cervicalgia crónica.
Dolor de cabeza y mareos: La tensión acumulada en la base del cráneo (suboccipitales) por la postura adelantada de la cabeza es una causa muy frecuente de cefaleas tensionales e incluso de sensación de inestabilidad o mareo.
Hombros redondeados y adelantados: Es uno de los signos visuales más claros. Los músculos pectorales se acortan y tiran de los hombros hacia adelante.
Rigidez y pérdida de movilidad: Notas que tu espalda alta es un "bloque". Te cuesta girar, extender la columna o levantar los brazos por completo.
Fatiga muscular: Los músculos de tu espalda están en una lucha constante contra la gravedad para intentar mantenerte erguido, lo que provoca un agotamiento crónico.
Dolor lumbar: Para compensar la curva dorsal, es muy común que la zona lumbar aumente su propia curva, dando lugar a una hiperlordosis lumbar y al consecuente dolor en la parte baja de la espalda.
Bruxismo y dolor mandibular (ATM): La postura de cabeza adelantada puede generar tensiones que ascienden hasta la articulación temporomandibular, provocando o empeorando el bruxismo.
Molestias al respirar: En casos más pronunciados, la caja torácica puede ver reducida su capacidad de expansión, generando una sensación de falta de aire o dolor al inspirar profundamente.
Las Causas Ocultas de tu Espalda Encorvada: ¿Por Qué a Mí?
"¿Pero cómo he llegado a esta situación?". Es una pregunta que escucho a diario. La hipersifosis rara vez tiene una única causa; suele ser una combinación de factores que se van sumando con el tiempo.
Malos hábitos posturales: Es la causa número uno en la sociedad actual. Horas y horas sentados en la oficina, estudiando frente a un ordenador, mirando el móvil con el cuello flexionado... todo ello va "enseñando" a tu espalda a adoptar esa postura encorvada.
Falta de tono muscular: Un estilo de vida sedentario debilita los músculos que deberían sostener tu espalda erguida (como los romboides y trapecios inferiores), permitiendo que la curva aumente.
Factor edad: Con el paso de los años, los discos intervertebrales pueden desgastarse y los músculos perder tono, favoreciendo un aumento de la cifosis.
Causas congénitas o del desarrollo: Como la mencionada enfermedad de Scheuermann, que afecta a los adolescentes durante su crecimiento.
Compensación de otras alteraciones: A menudo, una escoliosis dorsal (desviación lateral de la columna) o una hiperlordosis lumbar pueden provocar una hipercifosis como mecanismo de compensación del cuerpo para mantener el equilibrio.
Factores psicológicos: El estrés, la ansiedad o incluso una baja autoestima pueden llevarnos a adoptar una postura "cerrada" o de protección que, mantenida en el tiempo, se convierte en una hipercifosis.
Embarazo y postparto: El cambio en el centro de gravedad y el peso del bebé pueden llevar a una postura cifótica que, si no se corrige, puede cronificarse.
Actividades laborales o deportivas: Trabajos que implican cargar peso o mirar hacia abajo constantemente, o deportes con gestos repetitivos, pueden influir en su desarrollo.
Tu Plan de Tratamiento para la Cifosis en Madrid: Un Enfoque Integral en eFISIO
Olvídate de soluciones parche. Para corregir una hipercifosis dorsal y eliminar el dolor de raíz, necesitamos un enfoque global y personalizado. No se trata solo de "crujir la espalda"; se trata de entender por qué tu cuerpo ha llegado a esa posición y darle las herramientas para salir de ella. Este es nuestro plan de acción:
1. Diagnóstico Preciso y Global
El primer paso es una valoración exhaustiva. No solo miraremos tu espalda. Evaluaremos tu postura de la cabeza a los pies, tu movilidad articular, la tensión de tus músculos, tu forma de respirar e incluso la cicatriz de una cesárea o la tensión de tu mandíbula. Todo está conectado.
2. Terapia Manual Avanzada
Es el corazón de nuestro tratamiento. Con nuestras manos, trabajamos para:
Movilizar las vértebras dorsales: Devolvemos el movimiento perdido a esas articulaciones rígidas para que tu columna pueda volver a extenderse.
Liberar la musculatura acortada: Relajamos los pectorales, suboccipitales y otros músculos que están "tirando" de ti hacia la postura incorrecta.
Tratar puntos gatillo: Desactivamos esos nudos dolorosos en los trapecios y romboides que irradian dolor.
3. Tecnología de Vanguardia para Acelerar tu Recuperación
Combinamos la terapia manual con la tecnología más avanzada para potenciar los resultados:
Radiofrecuencia (Indiba): Aplicamos una corriente que genera un calor profundo en los tejidos. Esto relaja la musculatura de una forma increíble, reduce la inflamación y el dolor, y prepara la zona para el trabajo manual y el ejercicio.
Punción Seca: Cuando encontramos puntos gatillo muy resistentes, utilizamos una aguja fina para desactivarlos de forma rápida y eficaz, consiguiendo un alivio inmediato de la tensión.
Terapia con Ventosas (Cupping): Nos ayuda a liberar la fascia y el tejido superficial, mejorando el flujo sanguíneo y aliviando la tensión muscular.
4. Reeducación Postural y Ejercicio Terapéutico: La Clave del Éxito a Largo Plazo
Este es el pilar fundamental para que no vuelvas a recaer. Un hipercifosis tratamiento no está completo sin reeducar a tu cuerpo. Te enseñaremos una rutina de ejercicios personalizada y progresiva para:
Fortalecer la musculatura extensora: Despertaremos a los músculos "olvidados" de tu espalda alta para que se conviertan en el corsé natural que te mantenga erguido.
Estirar la musculatura acortada: Abriremos tu pecho estirando los pectorales para que tus hombros vuelvan a su sitio.
Mejorar la conciencia corporal: Aprenderás a sentir cuándo estás en una mala postura y a corregirla de forma automática en tu día a día.
Ejercicios de movilidad: Te daremos ejercicios sencillos para que realices en casa o en la oficina y así evitar que la rigidez vuelva a apoderarse de ti.
Más Allá de la Postura: Los Beneficios de Tratar tu Hiper Cifosis
Iniciar un tratamiento para cifosis en Madrid con nosotros no solo va a enderezar tu espalda. Los beneficios que experimentarás transformarán tu vida:
Adiós al dolor crónico: Liberarte de ese dolor constante de espalda, cuello y cabeza te devolverá la energía y el buen humor.
Mejora de tu imagen y confianza: Caminar erguido, con los hombros hacia atrás, proyecta una imagen de seguridad y confianza en ti mismo.
Aumento de la capacidad pulmonar: Al abrir tu caja torácica, tus pulmones podrán expandirse mejor, mejorando tu oxigenación y tu resistencia.
Prevención de problemas futuros: Corregir la hipercifosis ahora previene el desgaste articular (artrosis) y las hernias discales en el futuro.
Disfrutar de tus actividades: Podrás volver a hacer deporte, jugar con tus hijos o simplemente estar sentado en el cine sin que el dolor te limite.
¿Estás Listo para Erguirte con Confianza y Vivir Sin Dolor?
Sé que puedes estar cansado de probar soluciones que no funcionan. Quizás pienses que tu caso no tiene remedio o que "es lo que te ha tocado". Permíteme decirte que no es así. La hiperxifosis (otra forma de llamarla) se puede tratar, y los resultados pueden ser espectaculares.
No dejes que una espalda encorvada te robe ni un minuto más de bienestar. En eFISIO, estamos comprometidos con tu salud. Contamos con un equipo de fisioterapeutas expertos, la tecnología más avanzada y, sobre todo, la dedicación para diseñar el plan de tratamiento que tú necesitas.
Da el primer paso hoy mismo. Pide tu cita en una de nuestras clínicas de fisioterapia en Madrid. Permítenos realizarte una valoración completa y explicarte, cara a cara, cómo vamos a trabajar juntos para que recuperes tu postura, te liberes del dolor y vuelvas a caminar por la vida con la cabeza bien alta.
Para corregir la hipercifosis dorsal, te recomiendo ejercicios que fortalezcan la musculatura posterior y estiren la musculatura anterior. Ejercicios como remos, retracciones escapulares, puentes y superman son muy efectivos. También son útiles los ejercicios de movilidad torácica y estiramientos de pectorales y abdominales. Es importante realizar estos ejercicios de forma regular y progresiva, evitando forzar los movimientos. Siempre es preferible realizarlos bajo la supervisión de un fisioterapeuta que pueda personalizarlos según tu caso específico.
Un fisioterapeuta puede ayudarte de múltiples maneras en el tratamiento de la hipercifosis dorsal. Primero, realizará una evaluación completa para identificar las causas subyacentes de tu postura. Luego, te proporcionará terapia manual para liberar tensiones musculares y mejorar la movilidad. Además, diseñará una rutina personalizada de ejercicios de fortalecimiento y estiramiento. También te educará sobre posturas correctas y ergonomía en el trabajo. En casos seleccionados, puede recomendar el uso de corsés o fajas. El seguimiento regular asegura que el tratamiento sea efectivo y se ajuste a tu evolución.
Los mejores ejercicios de estiramiento para la hipercifosis dorsal incluyen estiramientos de pectorales, abdominales y músculos redondos mayores. El estiramiento de pectorales puede hacerse en una esquina, abrazando un poste o con una banda elástica. Para los abdominales, puedes realizar estiramientos en decúbito prono, elevando la parte superior del cuerpo. Los estiramientos de movilidad torácica, como la rotación torácica en decúbito supino, son también muy beneficiosos. Recuerda mantener cada estiramiento entre 20-30 segundos y respirar profundamente para maximizar su efectividad.
Sí, existen varias técnicas específicas de fisioterapia para tratar la cifosis excesiva. La terapia manual incluye técnicas de movilización articular y masaje descontracturante para liberar tensiones. Las técnicas de inhibición miofascial ayudan a reducir puntos gatillo dolorosos. Los ejercicios de corrección postural y fortalecimiento de la musculatura extensora son fundamentales. Además, se utilizan técnicas de neuromodulación como el TENS para aliviar el dolor. En algunos casos, se aplica el método Schroth, especialmente diseñado para desviaciones de la columna como la cifosis. La elección de técnicas depende de la gravedad y causa específica de la cifosis.
Para la hipercifosis dorsal, las terapias manuales más efectivas incluyen la movilización articular para mejorar la flexibilidad de las articulaciones torácicas rígidas. El masaje descontracturante ayuda a liberar la musculatura paravertebral tensa. Las técnicas de inhibición miofascial tratan puntos gatillo dolorosos en músculos como trapecios y dorsales anchos. La terapia de tracción suave puede ayudar a descomprimir la columna. Además, las técnicas de facilitación neuromuscular propioceptiva (FNP) mejoran la activación muscular. La aplicación de corrientes eléctricas como TENS puede complementar el tratamiento reduciendo el dolor y facilitando la ejecución de ejercicios.
El tiempo para ver resultados con fisioterapia en la corrección de la postura varía según la gravedad del caso y la adherencia al tratamiento. Generalmente, se pueden notar mejoras en 2-4 semanas, especialmente en la reducción del dolor y aumento de la movilidad. Cambios posturales visibles suelen aparecer entre 6-12 semanas con un programa consistente. Para casos más severos o crónicos, pueden requerirse 3-6 meses o más. La clave es la constancia en los ejercicios domiciliarios y seguir las recomendaciones del fisioterapeuta. Los resultados son más duraderos cuando se combinan sesiones profesionales con autocuidado diario.
Aunque los ejercicios en casa son fundamentales, es recomendable complementarlos con sesiones de fisioterapia, especialmente al inicio. Un fisioterapeuta identifica las causas específicas de tu hipercifosis y diseña una rutina personalizada. También corrige tu técnica para evitar lesiones y maximizar resultados. En casos leves, una buena rutina autodirigida puede ser suficiente con seguimiento ocasional. Sin embargo, para cifosis estructurales o severas, la supervisión profesional es esencial. La fisioterapia también incluye terapia manual que no puedes realizar solo. Combina ambos enfoques para obtener mejores resultados.
Si tienes hipercifosis dorsal, evita posturas que acentúen la curvatura, como estar encorvado mirando hacia abajo prolongadamente, especialmente con dispositivos electrónicos. No permanezcas mucho tiempo sentado sin respaldo lumbar adecuado. Evita dormir boca abajo, ya que aumenta la presión sobre la columna torácica. También evita cargar pesos pesados con mala postura o realizar ejercicios de flexión excesiva sin calentar. Mantén la espalda recta al levantar objetos y evita movimientos bruscos. En el trabajo, ajusta tu estación para que la pantalla esté a la altura de los ojos y usa sillas ergonómicas que soporten la curvatura natural de la espalda.
Sí, los masajes pueden ser muy efectivos para aliviar el dolor asociado a la hipercifosis dorsal. El masaje descontracturante libera tensiones en músculos paravertebrales, trapecios y dorsales anchos que suelen estar sobrecargados. Los masajes con ventosas pueden mejorar la circulación y reducir puntos gatillo dolorosos. La técnica de fricción profunda ayuda a romper adherencias miofasciales. Además, los masajes relajan el sistema nervioso, reduciendo la percepción del dolor. Es importante que los realice un fisioterapeuta capacitado, ya que una técnica inadecuada podría empeorar la condición. Combinados con otros tratamientos, los masajes potencian significativamente los resultados.
Un fisioterapeuta te recomendaría una rutina que combine fortalecimiento, estiramiento y corrección postural. Comenzarías con ejercicios suaves como retracciones escapulares y movilidad torácica. Progresarías a fortalecimiento de romboides y músculos redondos menores con bandas elásticas. Incluirías estiramientos de pectorales, abdominales y cuello. Ejercicios como el puente, superman y remos serían fundamentales. Se añadirían ejercicios de respiración diafragmática para mejorar la función pulmonar afectada por la cifosis. La rutina se ajustaría según tu evolución, aumentando la intensidad gradualmente. La frecuencia típica es 3-4 veces por semana, complementada con correcciones posturales durante actividades diarias.
El uso de corsé o faja para la hipercifosis dorsal depende de la causa y gravedad. En adolescentes con cifosis estructural en desarrollo, los corsés rígidos pueden ser muy efectivos para prevenir progresión, como se observa en casos donde han reducido significativamente el dolor. Para adultos, los corsés suaves pueden proporcionar soporte temporal durante actividades prolongadas. Sin embargo, el uso prolongado puede debilitar los músculos. Es fundamental que sea prescrito por un especialista que evalúe si tu caso se beneficiaría. La fisioterapia activa es preferible a largo plazo. Si se recomienda, se combina con ejercicios para fortalecer la musculatura y no crear dependencia del dispositivo.
La fisioterapia mejora significativamente la movilidad y flexibilidad de la columna dorsal mediante diversas técnicas. Las movilizaciones articulares aumentan el rango de movimiento en las articulaciones torácicas rígidas. Los ejercicios de movilidad activa y pasiva restauran la flexibilidad perdida. Las técnicas de estiramiento específico para músculos acortados como pectorales y abdominales son fundamentales. La terapia manual libera adherencias miofasciales que limitan el movimiento. Los ejercicios de respiración mejoran la expansión torácica. Con el tiempo, estos tratamientos restauran la curvatura natural de la columna, reducen rigidez y mejoran la calidad de vida. La educación postural previene futuras restricciones de movilidad.
La fisioterapia es altamente efectiva para la hipercifosis dorsal, especialmente cuando se compara con tratamientos únicamente farmacológicos. A diferencia de los medicamentos que solo alivian síntomas, la fisioterapia aborda las causas subyacentes. Comparada con cirugías, es menos invasiva y tiene menos riesgos, siendo preferida en la mayoría de casos. Supera a tratamientos pasivos como solo usar corsés, ya que activa la musculatura. En efectividad, puede igualar o superar a procedimientos más agresivos en casos no estructurales. Los resultados son duraderos cuando se mantiene el programa de ejercicios. La fisioterapia también tiene beneficios adicionales como mejor respiración, reducción del estrés y mejora general de la condición física, que otros tratamientos no ofrecen.
Para combatir la hipercifosis dorsal, ejercicios de fortalecimiento muscular específicos son esenciales. Los remos con banda elástica o polea fortalecen los músculos escapulares. Las retracciones escapulares y ejercicios de inversión escapular activan los romboides y redondos menores. Los puentes y superman fortalecen los músculos erectores de la espalda. Las planchas y sus variantes mejoran la musculatura del core. Los ejercicios de bandas elásticas para abducción escapular son muy efectivos. Fortalecer también el core es importante para el equilibrio postural. Realiza estos ejercicios 2-3 series de 10-15 repeticiones, 3-4 veces por semana. La progresión debe ser gradual, priorizando la técnica sobre la intensidad para prevenir lesiones.
Sí, los fisioterapeutas utilizan varios dispositivos especiales para tratar la cifosis dorsal. Las bandas elásticas y cuerdas suspensionales permiten ejercicios de resistencia controlada. Las bolas suizas y fitballs facilitan ejercicios de estabilidad y movilidad. Los dispositivos de tracción cervical y torácica ayudan a descomprimir la columna. Las máquinas de corrientes eléctricas como TENS y EMG biofeedback modulan el dolor y activan músculos específicos. Los ultrasonidos y láser terapéutico reducen inflamación. Las camas de tracción invertida mejoran la alineación postural. En algunos casos, se usan dispositivos de realidad virtual para corrección postural. La elección del dispositivo depende de la evaluación individual y los objetivos terapéuticos específicos de cada paciente.
Errores comunes incluyen forzar los movimientos sin calentar previamente, lo que puede generar lesiones. Realizar ejercicios con mala técnica priorizando la cantidad sobre la calidad. No mantener la progresión adecuada, avanzando demasiado rápido en intensidad o complejidad. Saltarse los estiramientos post-ejercicio que son cruciales para mantener la flexibilidad. Ignorar el dolor o molestias durante los ejercicios, lo que indica que algo no se está haciendo correctamente. No combinar ejercicios de fortalecimiento con estiramientos. Realizar solo ejercicios de flexión sin incluir ejercicios de extensión. No mantener constancia en la rutina. Realizar movimientos bruscos o con rebote en los estiramientos. No personalizar los ejercicios a las necesidades específicas del caso individual.
Sí, la educación postural es un componente fundamental de la fisioterapia para prevenir la hipercifosis dorsal. El fisioterapeuta enseña principios de ergonomía para el trabajo y actividades diarias. Se instruye sobre posturas correctas durante el sueño, uso de dispositivos electrónicos y levantamiento de objetos. Se proporcionan recomendaciones específicas para el entorno laboral y recreativo. La educación incluye técnicas de auto-corrección postural que puedes aplicar durante el día. También se enseña sobre la importancia de pausas activas y ejercicios de descompresión. Esta educación es crucial para mantener los resultados del tratamiento y prevenir recaídas. La prevención postural es tan importante como el tratamiento activo.
La respiración es extremadamente importante en los ejercicios de fisioterapia para la hipercifosis dorsal. La cifosis reduce la capacidad pulmonar al comprimir la caja torácica. Ejercicios de respiración diafragmática mejoran la expansión torácica y oxigenación. La respiración controlada durante los ejercicios de fortalecimiento optimiza la activación muscular. Técnicas específicas como la respiración costal lateral ayudan a movilizar zonas rígidas de la columna. La respiración consciente durante estiramientos potencia su efectividad. Además, la respiración adecuada activa el sistema nervioso parasimpático, reduciendo la tensión muscular. Enseñar una buena mecánica respiratoria es esencial para mejorar tanto la función pulmonar como la postura. Es un componente que diferencia la fisioterapia completa de tratamientos superficiales.
Es normal sentir cierta molestia o tirantez durante los ejercicios de fisioterapia para corregir la cifosis dorsal, especialmente al inicio. Esta sensación se debe a que estás activando músculos que han estado inactivos o en posturas incorrectas. Sin embargo, no debería haber dolor intenso o punzante. Un dolor leve que disminuye al continuar el ejercicio y desaparece después es aceptable. Si el dolor es fuerte, persiste después del ejercicio o empeora con el tiempo, debes consultar a tu fisioterapeuta. La clave está en la progresión gradual y la técnica adecuada. Un buen fisioterapeuta ajustará los ejercicios para que sean desafiantes pero cómodos. Escuchar a tu cuerpo es fundamental para un proceso seguro y efectivo.
Para mejorar tu postura diaria y evitar empeorar la hipercifosis dorsal, ajusta tu espacio de trabajo con la pantalla a la altura de los ojos y silla ergonómica. Toma pausas activas cada 30-60 minutos para estirar y movilizar la espalda. Al usar dispositivos móviles, mantenlos a la altura de los ojos en lugar de mirar hacia abajo. Durante actividades prolongadas, activa conscientemente tus músculos posturales con pequeñas retracciones escapulares. Al dormir, usa una almohada que mantenga la alineación cervical y evita dormir boca abajo. Al levantar objetos, mantén la espalda recta y usa las piernas. Practica ejercicios posturales diarios como pared angels. Mantén un peso saludable para reducir la carga sobre la columna.
Fisioterapeuta especializada en fisioterapia musculoesquelética y neurológica. Experta en tratamientos de dolor crónico y rehabilitación funcional en eFISIO.
Opiniones de nuestros pacientes sobre el tratamiento de Hipercifosis dorsal
Aquí tienes algunas reseñas escritas en google por nuestros pacientes
Yamileth Ortega 11-02-2025
⭐⭐⭐⭐⭐
Excelente trato y atención de Beatrice, muy amable y dedicada. Llegue con mucho dolor de espalda por contractura dorsal y lumbar que casi ni me dejaba respirar y salí muy aliviada. A demás de las recomendaciones y ejercicios para hacer en casa. Muy recomendada
Ricardo García 27-12-2024
⭐⭐⭐⭐⭐
La fisio Haya usó todos los recursos disponibles (punción, corrientes, masajes) para quitarme todas las contracturas que tenía por toda la espalda, desde el lumbar, trapecio, dorsal, hasta el cuello. Una gran profesional.
Felipe Maestro 22-10-2022
⭐⭐⭐⭐⭐
Excelente. Me atendió Ronit para una lesión en la parte dorsal derecha y me siento mucho mejor
Javier G 24-06-2022
⭐⭐⭐⭐⭐
Paula me hizo un masaje de cuello y dorsales perfecto, muy relajante. Además se hizo muy ameno, se me hizo corto. Son muy simpáticas, tanto Paula, como todas ellas. Repetiría sin dudarlo.