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Hematoma intramuscular
Tratamiento Fisioterapéutico

Enfrentar un hematoma intramuscular puede ser debilitante y doloroso, impidiendo tus actividades diarias.

Conocer su origen y cómo tratarlo es crucial para una recuperación rápida y eficiente.

La fisioterapia especializada se convierte en una aliada indispensable, permitiendo reducir la inflamación, mejorar la circulación sanguínea y acelerar la regeneración del tejido muscular afectado.

Descubre cómo aliviar tus molestias y volver a tu rutina lo antes posible.

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Hematoma intramuscular

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Hematoma Intramuscular: De la Preocupación del Golpe a la Recuperación Total

Ese dolor agudo y repentino.

Quizás fue una caída aparatosa de la bici, un mal gesto jugando al fútbol, un tropezón inesperado con un cable o simplemente el resultado de una inyección.

De repente, no solo sientes un dolor intenso, sino que con el paso de las horas o los días, aparece un moretón de un color morado intenso, hinchado y sensible que te limita y te preocupa.

Si estás aquí, es probable que te preguntes: ¿qué es esto exactamente y, sobre todo, cómo voy a recuperarme?

Tranquilo, estás en el lugar adecuado.

En eFISIO, entendemos perfectamente esa sensación de impotencia y la cascada de dudas que genera un hematoma intramuscular.

No es un simple moratón superficial.

Es una lesión más profunda que, si no se trata correctamente, puede dejar secuelas.

Pero la buena noticia es que tiene solución.

A lo largo de esta página, te voy a guiar en primera persona para que entiendas qué te ha pasado, por qué y cuál es el camino más rápido y seguro para que ese mal recuerdo desaparezca y recuperes tu vida normal.

¿Qué es Exactamente un Hematoma Intramuscular? Despejando Dudas

Imagina tu músculo como un conjunto de miles de fibras elásticas, muy bien organizadas y repletas de pequeños vasos sanguíneos que le aportan el oxígeno y los nutrientes que necesita.

Cuando sufres un golpe fuerte (traumatismo) o una elongación brusca (un "tirón" o desgarro), estas fibras musculares y los vasos sanguíneos se rompen.

La sangre, en lugar de quedarse en la superficie (lo que sería un moratón común), se escapa y queda atrapada dentro del propio músculo, contenida por la fascia, que es la "funda" que lo recubre.

Esto es lo que conocemos como hematoma intramuscular o derrame intramuscular.

Esta acumulación de sangre es la que provoca esa presión, hinchazón y dolor intenso, mucho mayor que el de un cardenal superficial.

La diferencia es clave: mientras un moratón superficial suele doler al tacto, un hematoma intramuscular duele con el movimiento, al contraer o estirar el músculo afectado, limitando gravemente tu capacidad para moverte con normalidad.

Síntomas del Hematoma Muscular: ¿Cómo Sé si Tengo Uno?

Identificar un hematoma intramuscular es relativamente sencillo si sabes qué buscar.

Los síntomas van más allá de lo visual y afectan directamente a tu funcionalidad.

Presta atención a estas señales:

  • Dolor Intenso y Profundo: A menudo descrito como una "pedrada", un "pinchazo" o un dolor sordo y constante en el interior del músculo. Este dolor empeora drásticamente cuando intentas mover o contraer la zona.
  • Hinchazón y Edema: La zona afectada se siente abultada, tensa e inflamada. Esta hinchazón es causada por la acumulación de sangre y la respuesta inflamatoria del cuerpo.
  • El "Moretón" Visible: Aunque la sangre está en el músculo, con el tiempo puede migrar hacia la superficie, creando un hematoma visible de color azulado, morado o negruzco. A medida que sana, irá cambiando a tonos verdosos y amarillentos.
  • Limitación del Movimiento: Esta es una de las señales más claras. Si te cuesta caminar, extender la rodilla, levantar el brazo o simplemente mover la zona lesionada debido al dolor, es muy probable que el hematoma sea intramuscular.
  • Pérdida de Fuerza: El músculo afectado pierde su capacidad para contraerse eficazmente, lo que se traduce en una sensación de debilidad.
  • Calor Local: La zona puede sentirse más caliente al tacto debido al aumento del flujo sanguíneo y al proceso inflamatorio.

Causas Comunes: ¿Por Qué Me Ha Salido Este Hematoma en el Músculo?

Los hematomas intramusculares pueden aparecer por diversas razones, y es muy probable que te identifiques con alguna de estas situaciones, extraídas de casos reales que hemos tratado en nuestras clínicas:

  • Traumatismos Directos y Caídas: Es la causa más frecuente. Un golpe directo sobre el músculo, como una hematoma en la nalga por caida al bajar las escaleras, un choque en un partido o una caída de la bicicleta. El impacto es tan fuerte que rompe las fibras y los vasos sanguíneos. Hemos tratado a muchos pacientes que, tras una caída, desarrollan un doloroso hematoma intramuscular en el glúteo o en el muslo.
  • Lesiones Deportivas: Un sprint inesperado, una patada a un balón con demasiada fuerza o un "latigazo" en el muslo al parar en seco. Estas acciones pueden provocar desde una distensión hasta una rotura de fibras, con el consiguiente hematoma muscular. El hematoma en el muslo es un clásico en futbolistas y corredores.
  • Sobrecargas Musculares: A veces no hace falta un evento traumático. La repetición de un mismo gesto durante horas, como en el caso de un músico con su instrumento o un trabajador con posturas forzadas, puede llevar a microrroturas y a la aparición de un hematoma.
  • Tratamientos Médicos (Inyecciones y Cirugías): Una pregunta muy común es: ¿es normal un moretón después de una inyección? Sí, puede serlo. La aguja, al atravesar el músculo, puede romper un pequeño vaso sanguíneo, provocando un hematoma en glúteo por inyección. De igual manera, tras cirugías como una liposucción, es habitual la aparición de hematomas extensos en las zonas tratadas.

El Temido Hematoma Encapsulado: Cuando el Moretón se Vuelve un Bulto Duro

¿Notas que, semanas después de la lesión, el dolor persiste y palpas un bulto duro y localizado en la zona del golpe?

Podrías estar ante un hematoma intramuscular encapsulado.

Esto ocurre cuando el cuerpo no es capaz de reabsorber y limpiar toda la sangre acumulada.

Como mecanismo de defensa, crea una especie de "cápsula" de tejido fibroso alrededor del hematoma, aislándolo.

Un hematoma encapsulado (o un hematoma glúteo encapsulado, que es muy común) no es solo un problema estético.

Este bulto puede:

  • Generar dolor crónico al comprimir nervios o tejido muscular.
  • Limitar la elasticidad y la función del músculo a largo plazo.
  • Convertirse en un punto de debilidad, aumentando el riesgo de futuras lesiones.
  • En algunos casos, puede llegar a calcificarse, volviéndose aún más duro y difícil de tratar.

Por eso es crucial actuar a tiempo.

Un tratamiento de fisioterapia adecuado puede prevenir que el hematoma se encapsule o, si ya lo ha hecho, ayudar a disolverlo eficazmente.

¿Cómo Curar un Hematoma? El Tratamiento del Hematoma Intramuscular Paso a Paso

La pregunta del millón: ¿cómo desaparecer hematomas de forma efectiva?

El proceso de curación tiene varias fases, y actuar correctamente desde el principio es fundamental.

Primeros Pasos en Casa (Las primeras 48-72 horas)

Justo después de la lesión, tu objetivo es limitar el sangrado y la inflamación.

El protocolo PRICE es tu mejor amigo:

  • Protección (Protection): Evita cualquier actividad que te provoque dolor.
  • Reposo (Rest): Dale un descanso al músculo. Si la lesión es en la pierna, intenta no cargar peso sobre ella.
  • Hielo (Ice): Aplica hielo envuelto en un paño durante 15-20 minutos cada 2-3 horas. El frío contrae los vasos sanguíneos (vasoconstricción), lo que ayuda a detener el sangrado interno.
  • Compresión (Compression): Un vendaje compresivo suave (¡sin cortar la circulación!) puede ayudar a limitar la hinchazón.
  • Elevación (Elevation): Si la lesión es en una extremidad, mantenla elevada por encima del nivel del corazón para favorecer el retorno venoso y reducir el edema.

¡Atención! Un error común es aplicar calor en las primeras fases.

El calor dilata los vasos sanguíneos y puede aumentar el sangrado y la inflamación, empeorando el hematoma.

Cuándo Buscar Ayuda Profesional en Fisioterapia

El reposo y el hielo son importantes, pero a menudo no son suficientes.

El tratamiento del hematoma intramuscular por parte de un fisioterapeuta es lo que marcará la diferencia entre una recuperación rápida y completa y un problema que se alarga en el tiempo.

Deberías pedir cita si:

  • El dolor es muy intenso y no te permite moverte.
  • La hinchazón no disminuye después de 2-3 días.
  • No recuperas la movilidad progresivamente.
  • Sospechas de una rotura muscular importante (has oído un "clack" o "chasquido").
  • El hematoma es muy extenso.
  • Notas que se está formando un bulto duro (el hematoma encapsulado).

Tratamiento del Hematoma Intramuscular en eFISIO: Tu Mejor Aliado

En eFISIO no nos conformamos con esperar a que el cuerpo haga su trabajo lentamente.

Utilizamos la tecnología más avanzada y las técnicas manuales más precisas para acelerar drásticamente tu recuperación.

Nuestro enfoque para el hematoma intramuscular tratamiento es integral y personalizado.

Tras una evaluación exhaustiva para determinar el alcance exacto de tu lesión, diseñamos un plan de tratamiento que puede incluir:

  • INDIBA Activ Therapy (Radiofrecuencia): Esta es nuestra herramienta estrella para los hematomas intramusculares. La radiofrecuencia genera una temperatura interna controlada que produce un efecto bioestimulador único. Aumenta enormemente el flujo sanguíneo en la zona, lo que acelera la reabsorción del hematoma, reduce la inflamación y el dolor desde la primera sesión y promueve la regeneración de las fibras musculares dañadas. Es la forma más eficaz de luchar contra un hematoma encapsulado.
  • Terapia Manual Ortopédica (TMO): Nuestros fisioterapeutas utilizan técnicas manuales específicas para movilizar los tejidos, mejorar la circulación y restaurar la elasticidad muscular, evitando que se formen adherencias y fibrosis.
  • Drenaje Linfático Manual (DLM): Especialmente útil en hematomas grandes o post-quirúrgicos. Con maniobras suaves y rítmicas, ayudamos a tu sistema linfático a evacuar el exceso de líquido y los productos de desecho del hematoma, reduciendo la hinchazón y la presión de forma muy significativa.
  • Ondas de Choque: Para hematomas cronificados o encapsulados que empiezan a calcificar, las ondas de choque pueden ser muy efectivas para "romper" esa estructura fibrótica y reactivar el proceso de curación natural del cuerpo.
  • Kinesiotaping: Aplicamos vendajes neuromusculares con técnicas específicas (como la técnica "en pulpo") que elevan la piel para crear más espacio, facilitando el drenaje del hematoma y aliviando la presión de forma continua durante días.
  • Ejercicio Terapéutico Guiado: La recuperación no termina cuando el moratón desaparece. Te guiaremos con un programa de ejercicios progresivo (isométricos, concéntricos, excéntricos) para que recuperes toda la fuerza, flexibilidad y funcionalidad del músculo, asegurando una vuelta segura a tus actividades y previniendo futuras recaídas.

No Dejes que un Hematoma te Frene: Da el Paso Hacia tu Recuperación

Un hematoma intramuscular es más que un simple golpe.

Es una lesión que te frena, te duele y te preocupa.

Ignorarlo o esperar a que "se pase solo" puede llevar a complicaciones como un hematoma encapsulado, dolor crónico y una pérdida de función que afecte tu calidad de vida, tu trabajo o tu pasión por el deporte.

En eFISIO, hemos ayudado a cientos de pacientes como tú a superar estas lesiones de forma rápida y definitiva.

Sabemos cómo abordar un hematoma en el glúteo por caída, cómo tratar un hematoma en el muslo de un deportista y cómo acelerar la recuperación de los hematomas post-operatorios.

No tienes por qué conformarte con el dolor y la limitación.

La tecnología y la experiencia están de tu lado.

Pide tu cita hoy mismo en nuestras clínicas de Fisioterapia en Madrid y deja que nuestro equipo de expertos te diseñe el plan de recuperación que necesitas.

Es hora de dejar atrás la preocupación y volver a moverte con libertad y sin dolor.

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Preguntas frecuentes sobre Hematoma intramuscular

Un hematoma intramuscular es una acumulación de sangre dentro del músculo debido a la rotura de vasos sanguíneos tras un traumatismo. El tratamiento fisioterapéutico inicial incluye protocolo RICE (reposo, hielo, compresión, elevación) las primeras 48-72 horas. Posteriormente aplicamos ultrasonido pulsátil, drenaje linfático manual suave, ejercicios isométricos progresivos y estiramientos controlados. La movilización temprana controlada previene la formación de tejido cicatricial y acelera la reabsorción del hematoma.
Los tratamientos más efectivos incluyen crioterapia inicial (15-20 minutos cada 2-3 horas), ultrasonido pulsátil a partir del tercer día para favorecer la reabsorción, drenaje linfático manual para reducir el edema, ejercicios isométricos sin dolor desde el día 3-5, y progresión gradual a ejercicios concéntricos y excéntricos. La tecarterapia y el láser de baja potencia también aceleran la recuperación. El masaje directo está contraindicado en fase aguda.
El tiempo de recuperación varía según el tamaño y localización del hematoma. Los hematomas pequeños se resuelven en 2-3 semanas con fisioterapia adecuada. Los moderados requieren 4-6 semanas, mientras que los grandes pueden necesitar 8-12 semanas. La fisioterapia puede reducir estos tiempos en un 30-40% comparado con el reposo solo. La recuperación completa para deportistas incluye 2-3 semanas adicionales de readaptación al esfuerzo.
Días 1-3: reposo relativo con movilizaciones activas suaves de articulaciones adyacentes. Días 4-7: contracciones isométricas indoloras de 5-10 segundos. Semana 2: ejercicios isotónicos con banda elástica ligera, estiramientos suaves mantenidos 15-20 segundos. Semana 3-4: ejercicios de fuerza progresiva, trabajo propioceptivo y ejercicios funcionales. Siempre sin dolor y bajo supervisión profesional. La progresión debe ser individualizada según evolución.
Sí, es seguro y recomendable cuando se realiza correctamente. La fisioterapia especializada acelera la recuperación y previene complicaciones como la miositis osificante. Sin embargo, técnicas agresivas o mal aplicadas pueden empeorar el hematoma. Es fundamental respetar las fases de cicatrización, evitar masaje directo en fase aguda, no forzar estiramientos y progresar según tolerancia. Un fisioterapeuta cualificado evaluará el momento óptimo para cada técnica.
El tratamiento fisioterapéutico debe iniciarse inmediatamente con medidas de protección (RICE) las primeras 48-72 horas. A partir del tercer día, se puede comenzar con técnicas suaves como ultrasonido pulsátil y movilizaciones activas sin dolor. Los ejercicios isométricos se introducen entre el día 3-5. La carga progresiva y ejercicios más intensos se inician según evolución, generalmente a partir de la segunda semana. La evaluación profesional determinará el momento exacto.
Sí, técnicas inadecuadas o aplicadas prematuramente pueden empeorar el hematoma. El masaje directo en fase aguda, estiramientos forzados, calor local precoz o ejercicios intensos pueden aumentar el sangrado y retrasar la recuperación. También existe riesgo de desarrollar miositis osificante si se realizan movilizaciones agresivas. Por eso es crucial seguir un protocolo específico respetando los tiempos biológicos y trabajar con fisioterapeutas especializados en lesiones deportivas.
Las técnicas más efectivas varían según la fase: Fase aguda (0-72h): crioterapia, compresión, elevación y reposo relativo. Fase subaguda (3-10 días): ultrasonido pulsátil, láser de baja potencia, drenaje linfático manual, movilizaciones activas suaves. Fase de remodelación (>10 días): tecarterapia, ejercicios excéntricos progresivos, técnicas de tejido blando, trabajo propioceptivo. La combinación de estas técnicas optimiza la recuperación y previene recidivas.
El hielo es fundamental las primeras 48-72 horas: aplicar 15-20 minutos cada 2-3 horas con protección cutánea. Reduce el sangrado, dolor e inflamación. El calor está contraindicado en fase aguda porque aumenta la vasodilatación y puede empeorar el sangrado. A partir del día 4-5, cuando cesa el sangrado activo, se puede alternar frío-calor (contraste térmico) para favorecer la circulación. El calor suave se usa en fase de remodelación para mejorar la elasticidad tisular.
Aunque ambos pueden coexistir, hay diferencias clave: El hematoma presenta tumefacción localizada, coloración violácea-verdosa que aparece días después, dolor a la presión más que al movimiento. El desgarro muestra dolor agudo al contraer el músculo, impotencia funcional inmediata, gap palpable si es completo. La ecografía es diagnóstica: el hematoma aparece como colección líquida bien delimitada, mientras el desgarro muestra discontinuidad de fibras. El tratamiento inicial es similar pero la progresión difiere.
Protocolo RICE inmediato: Reposo relativo evitando actividades que aumenten el dolor. Ice (hielo) 15-20 minutos cada 2-3 horas con protección cutánea. Compresión con vendaje elástico sin excesiva presión. Elevación del miembro afectado por encima del corazón cuando sea posible. Evitar: calor, masaje, alcohol, antiinflamatorios las primeras 24h (pueden aumentar sangrado). Consultar fisioterapeuta para valoración y comenzar tratamiento específico tras fase aguda.
Sí, el ultrasonido pulsátil es muy efectivo a partir del tercer día. Favorece la reabsorción del hematoma mediante efectos térmicos y mecánicos que mejoran la circulación local y el drenaje linfático. Se aplica en modo pulsátil (20-50%) para evitar calentamiento excesivo, frecuencia 3MHz para hematomas superficiales o 1MHz para profundos, intensidad 0.5-1.5 W/cm². Contraindicado en fase aguda. Las sesiones duran 5-10 minutos y se realizan diariamente hasta resolución.
El masaje directo está contraindicado en fase aguda (primeros 3-5 días) porque puede aumentar el sangrado y empeorar la lesión. A partir del día 5-7, se puede realizar drenaje linfático manual suave en zonas periféricas al hematoma. El masaje transverso profundo solo se aplica en fase de remodelación (>2-3 semanas) para prevenir adherencias. El masaje circulatorio suave alrededor de la lesión ayuda a mejorar el retorno venoso sin comprometer la zona afectada.
Fase inflamatoria (0-72h): formación del hematoma, dolor, inflamación. Tratamiento: RICE, protección. Fase proliferativa (3-21 días): reabsorción progresiva, formación tejido reparador. Tratamiento: movilización suave, ultrasonido, ejercicios isométricos. Fase de remodelación (3 semanas-3 meses): maduración cicatricial, recuperación funcional. Tratamiento: ejercicios de fuerza progresiva, estiramientos, readaptación deportiva. Los tiempos varían según severidad, pero respetar cada fase es crucial para óptima recuperación.
Las complicaciones incluyen: Miositis osificante (calcificación dentro del músculo) por movilización agresiva precoz. Síndrome compartimental si el hematoma es grande y aumenta la presión intramuscular. Fibrosis y adherencias que limitan la movilidad y predisponen a re-lesiones. Hematoma enquistado que no se reabsorbe y puede requerir drenaje quirúrgico. Atrofia muscular por inmovilización prolongada. Dolor crónico y limitación funcional permanente. El tratamiento fisioterapéutico adecuado previene estas complicaciones.
La punción seca está contraindicada en hematomas intramusculares activos porque puede aumentar el sangrado y riesgo de infección. Solo se considera en fases tardías (>4-6 semanas) si hay puntos gatillo miofasciales secundarios o contracturas residuales en tejido sano circundante. Nunca se debe puncionar directamente el hematoma. Es preferible usar otras técnicas como ultrasonido, tecarterapia o terapia manual. La decisión debe tomarla un fisioterapeuta experimentado tras valoración ecográfica.
El retorno deportivo debe ser progresivo y criterio-dependiente, no tiempo-dependiente. Criterios mínimos: ausencia de dolor en reposo y actividad, rango de movimiento completo, fuerza >90% comparado con lado sano, pruebas funcionales específicas sin molestias. Generalmente: hematomas pequeños 2-3 semanas, medianos 4-6 semanas, grandes 8-12 semanas. La última fase incluye readaptación deportiva específica de 1-2 semanas. Volver prematuramente aumenta riesgo de re-lesión hasta 30%.
Hematoma intramuscular: sangre contenida dentro de la fascia muscular, no se dispersa, mayor presión y dolor, tumefacción localizada persistente, recuperación más lenta (3-8 semanas), mayor riesgo de complicaciones. Hematoma intermuscular: sangre entre fascias musculares, se dispersa por gravedad, equimosis extensa que aparece lejos de la lesión, menor dolor y limitación funcional, recuperación más rápida (2-4 semanas), mejor pronóstico. El tratamiento inicial es similar pero la progresión es más rápida en intermuscular.
Sí, los vendajes son útiles cuando se aplican correctamente. En fase aguda, vendaje compresivo moderado reduce el sangrado y edema. Posteriormente, kinesiotaping con técnica linfática favorece el drenaje y reduce la tumefacción. En fase de retorno deportivo, vendajes funcionales proporcionan soporte y propiocepción sin limitar el movimiento. Importante: evitar compresión excesiva que comprometa la circulación. El vendaje neuromuscular con técnica de abanico sobre el hematoma mejora la reabsorción.
Acudir a urgencias si presenta: dolor desproporcionado o en aumento progresivo (posible síndrome compartimental), parestesias o pérdida de sensibilidad distal, palidez o frialdad en la extremidad, pulsos distales débiles o ausentes, incapacidad para mover dedos de manos/pies, fiebre >38°C (posible infección), hematoma en rápida expansión, dureza extrema del músculo. Estos signos sugieren complicaciones graves que requieren valoración médica inmediata y posible intervención quirúrgica.
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Rim Carranza

Fisioterapeuta eFISIO

Fisioterapeuta especializada en fisioterapia musculoesquelética y neurológica. Experta en tratamientos de dolor crónico y rehabilitación funcional en eFISIO.

Publicado: 12 de abril de 2023
Última actualización: 19 de septiembre de 2025

Opiniones de nuestros pacientes sobre el tratamiento de Hematoma intramuscular

Aquí tienes algunas reseñas escritas en google por nuestros pacientes

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Sergio
21-08-2025
⭐⭐⭐⭐⭐Reseña de Google

Fui allí porque me hice una rotura fibrilar. Me atendió Javier. La verdad que mi experiencia inmejorable. Siempre muy amable y sincero. Me ayudó y me aconsejó con ejercicios para hacer. Además, me recuperé antes de lo que yo esperaba. Genial en todos los aspectos.

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Othman Rida
27-06-2025
⭐⭐⭐⭐⭐Reseña de Google

Tenia dolor en algunas partes del espalda con vertigo y cuando Hecho una secion con amanda fue espectacular ,tiene manos magicas ,senti despues como nuevo Mi nota 10 por 10 muy recomendable

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Javier Molina
25-06-2025
⭐⭐⭐⭐⭐Reseña de Google

Buenísima experiencia con Patricia. Repetiré!

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marta moran
21-06-2025
⭐⭐⭐⭐⭐Reseña de Google

Mi experiencia ha sido buenísima. He podido coger cita un sábado con muy poca antelación y además me siento mucho mejor. Beatrice es genial, me ha explicado todo lo que iba a hacer, es muy amable y el masaje ha sido increíble :)

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Nicola Riske
13-06-2025
⭐⭐⭐⭐⭐Reseña de Google

Claudia es una fisioterapeuta excepcional. Es intuitiva, me da ejercicios muy efectivos y entiende perfectamente lo que está ocurriendo tanto con mi hombro como con el resto del cuerpo en respuesta a la lesión. Es comunicativa, abierta, atenta y siempre hace seguimiento. Pasé por muchos fisioterapeutas en Madrid antes de encontrarla, y estoy enormemente agradecida de tenerla a mi lado ahora. Es espectacular.

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Víctor Pérez
29-05-2025
⭐⭐⭐⭐⭐Reseña de Google

Muy buenos profesionales y utilizan diversas terapias para mejorar la efectividad de los tratamientos. Me han tratado de varias lesiones y siempre con unos resultados fantásticos. He estado en las manos de Arturo y Haya y no puedo estar más agradecido. Además de tratarte, siempre proponen ejercicios y hábitos para mejorar y prevenir lesiones. Sin duda mis fisios de confianza!

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ALFONSO DIAZ SALVAGO
29-05-2025
⭐⭐⭐⭐⭐Reseña de Google

Mi primera experiencia con Patricia para tratarme un problema de ATM ha sido genial, me ha explicado detalladamente todo el tratamiento que íbamos a hacer y a resuelto todas mis dudas, tomándose todo el tiempo necesario. Sin duda una gran profesional.

Foto de perfil de Sara A
Sara A
06-05-2025
⭐⭐⭐⭐⭐Reseña de Google

He hecho sesiones de radiofrecuencia por la cicatriz de una histerectomía con María Luisa y ha sido formidable, tanto el trato personal, como profesional. La cicatriz ha mejorado muchísimo desde la primera sesión, todas las mujeres que tengan ese tipo de incisión deberían hacer este tratamiento. Y ella es encantadora, se esfuerza e interesa en la mejoría cada día, se lo agradeceré siempre 🤗

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carmen alegre
25-04-2025
⭐⭐⭐⭐⭐Reseña de Google

Absoluta profesionalidad, prudencia y paciencia , estoy muy agradecida , Genesis es fantástica .

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Fran Echegoyen
22-04-2025
⭐⭐⭐⭐⭐Reseña de Google

Fantástica, experta y precisa

Resumen Visual de Hematoma intramuscular

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