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Impacto femoroacetabular
Tratamiento Fisioterapéutico

El impacto femoroacetabular es una condición que puede causar dolor y limitación en la movilidad de la cadera, afectando significativamente la calidad de vida.

Este problema surge cuando hay un contacto anormal entre el fémur y el acetábulo, lo que puede desgastar el cartílago y dañar las articulaciones.

A través de una intervención adecuada en fisioterapia, es posible reducir el dolor y recuperar la funcionalidad de la cadera, restaurando el bienestar del paciente.

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Adiós al Dolor de Cadera: La Solución Definitiva al Choque Femoroacetabular

¿Sientes un dolor agudo y profundo en la ingle cada vez que intentas cruzar las piernas, atarte los cordones o simplemente al levantarte del coche?

¿Ese pinchazo en la cadera te ha obligado a dejar de correr, a modificar tus posturas en yoga o incluso a temer los largos periodos sentado en la oficina?

No estás solo.

Este dolor, a menudo frustrante y limitante, tiene un nombre: Impacto o Choque Femoroacetabular (CFA).

Mi nombre es Ainhoa, y como fisioterapeuta en las clínicas eFISIO de Madrid, he acompañado a cientos de pacientes como tú.

Personas activas, deportistas, madres recientes, trabajadores de oficina... todos con una historia en común: un dolor en la cadera que les roba calidad de vida.

He visto la preocupación en sus caras, la frustración de recibir diagnósticos vagos o tratamientos que no funcionan.

Pero también he visto el alivio y la esperanza cuando por fin entienden lo que les pasa y descubren que existe un camino claro hacia la recuperación.

Esta página es para ti.

Aquí vamos a desmitificar el choque femoroacetabular.

Hablaremos tu idioma, te explicaremos qué es, por qué ocurre y, lo más importante, te mostraremos cómo la fisioterapia avanzada no solo alivia tus síntomas, sino que ataca la raíz del problema para que puedas recuperar el control de tu cuerpo y volver a moverte con libertad y sin miedo.

¿Qué es el Pinzamiento Femoroacetabular Exactamente?

Imagina tu cadera como una articulación de bola y cavidad.

La "bola" es la cabeza de tu fémur (el hueso del muslo) y la "cavidad" es el acetábulo, una cavidad en tu pelvis.

En una cadera sana, la cabeza del fémur rota suavemente dentro del acetábulo, permitiendo un amplio rango de movimiento.

El pinzamiento femoroacetabular ocurre cuando hay un contacto anormal y prematuro entre estas dos estructuras.

Básicamente, la forma del hueso no es perfectamente redonda o la cavidad es demasiado profunda, lo que provoca que choquen durante ciertos movimientos, especialmente en la flexión y rotación de la cadera.

Este choque repetido puede dañar el cartílago articular y el labrum (un anillo de fibrocartílago que rodea la cavidad, aportando estabilidad).

Existen principalmente dos tipos de pinzamiento, aunque a menudo se presentan de forma combinada (mixto):

  • Pinzamiento tipo CAM (o en leva): La cabeza del fémur no es perfectamente esférica. Tiene una protuberancia ósea, como una leva, que choca contra el borde del acetábulo al flexionar la cadera. Es más común en hombres jóvenes y activos.
  • Pinzamiento tipo PINCER (o en pinza): El problema está en la cavidad (acetábulo), que es demasiado profunda o está orientada de tal forma que cubre en exceso la cabeza femoral. Al mover la cadera, el cuello del fémur choca contra el borde de esta "pinza". Es más frecuente en mujeres de mediana edad.

Entender qué tipo de choque tienes es fundamental, ya que el enfoque del tratamiento se adaptará a tu anatomía específica para ser realmente efectivo.

Síntomas del Choque Femoroacetabular: Más Allá de un Simple Dolor de Cadera

El CFA es un maestro del disfraz.

Puede manifestarse de muchas formas, y a menudo se confunde con otras dolencias.

¿Te suena familiar alguno de estos escenarios extraídos de las historias de mis pacientes?

  • Dolor en la Ingle (el más común): Un dolor sordo o un pinchazo agudo en la zona de la ingle o el triángulo de Scarpa. Pacientes lo describen como "un dolor profundo que no puedo tocar" y que empeora drásticamente al estar sentado mucho tiempo, al conducir, o al realizar movimientos como llevar la rodilla al pecho.
  • Dolor de Pelvis y Piernas: El dolor no siempre se queda en la cadera. Es muy común que se irradie hacia la zona lumbar baja, el glúteo (confundiéndose con una ciática), la cara lateral del muslo (trocánter) o incluso hacia la rodilla. He tenido pacientes que venían por una "lumbalgia crónica" o una "tendinitis en la rodilla" y el origen real estaba en un CFA no diagnosticado.
  • Rigidez y Pérdida de Movilidad: Notas que ya no tienes la misma flexibilidad. Te cuesta ponerte los calcetines, cortarte las uñas de los pies o salir del coche con agilidad. La rotación interna (girar el pie hacia adentro con la cadera flexionada) suele ser el movimiento más limitado y doloroso.
  • Chasquidos y Bloqueos: Puedes sentir o escuchar un "clac" o un resalte en la cadera. A veces, puedes tener la sensación de que la cadera se "engancha" o se queda bloqueada momentáneamente.
  • Dolor Durante o Después del Deporte: Corredores que sienten una sobrecarga en el psoas o en la parte anterior de la rodilla, yoguis que notan un tope doloroso en posturas de flexión profunda, o deportistas que sienten dolor en el glúteo al hacer sentadillas. El dolor puede aparecer durante la actividad o, más comúnmente, horas después o al día siguiente.

Si te identificas con varios de estos puntos, es muy probable que el choque femoroacetabular sea el protagonista de tus molestias.

Diagnóstico Diferencial: ¿Es CFA, Piriforme o Isquiofemoral?

El cuerpo es un mapa interconectado, y un dolor en la zona de la cadera y pelvis puede tener múltiples orígenes.

Parte de nuestro trabajo como fisioterapeutas expertos es ser detectives y encontrar la causa real.

A menudo, el CFA convive o se confunde con otras patologías:

  • Síndrome del Piriforme: Este músculo, situado en la profundidad del glúteo, puede irritar al nervio ciático y provocar un dolor muy similar a una ciática, con dolor en la nalga que puede bajar por la pierna. La fisioterapia para el síndrome del piriforme es muy específica, y si la causa real es un CFA, el tratamiento exclusivo del piriforme no resolverá el problema a largo plazo.
  • Síntomas de Pinzamiento Isquiofemoral: Es menos común, pero ocurre cuando hay un contacto anormal entre el isquion (hueso sobre el que nos sentamos) y el trocánter menor del fémur. Provoca un dolor profundo en la nalga y la ingle, que puede confundirse con el CFA.
  • Trocanteritis o Bursitis de Cadera: Causa un dolor muy localizado en la cara lateral de la cadera, justo sobre el hueso (trocánter mayor). A menudo es una consecuencia de una mala mecánica de la cadera, cuyo origen puede ser un CFA.
  • Dolor Lumbar Irradiado: Una hernia discal o una disfunción en las vértebras lumbares (L4-L5-S1) puede generar un dolor referido hacia el glúteo, la ingle y la pierna. Muchos pacientes con CFA también presentan tensión y bloqueos lumbares por compensación.

En eFISIO, realizamos una valoración exhaustiva con tests ortopédicos, análisis de movimiento y, si es necesario, ecografía, para identificar con precisión todas las estructuras implicadas y diseñar un plan de tratamiento que aborde todas las piezas del puzle.

Tratamiento del Choque Femoroacetabular: Fisioterapia, la Clave del Éxito

La primera pregunta de todo paciente es: "¿Esto tiene solución?".

Y la respuesta es un rotundo SÍ.

El tratamiento del choque femoroacetabular conservador, basado en la fisioterapia, es la primera línea de acción y tiene un altísimo porcentaje de éxito.

El objetivo no es cambiar la forma de tus huesos, sino optimizar el funcionamiento de todo lo que los rodea.

Queremos "crear espacio" en la articulación, re-educar tus patrones de movimiento y fortalecer la musculatura estabilizadora para que la cadera trabaje de forma eficiente y sin dolor.

Olvídate de las sesiones pasivas de TENS y calor.

Nuestro enfoque es activo y personalizado, utilizando las técnicas más avanzadas:

  • Terapia Manual Ortopédica: Movilizamos tu articulación de la cadera, tu pelvis y tu columna lumbar para restaurar la movilidad perdida y aliviar la rigidez.
  • Diatermia de Alta Potencia (Indiba): Aplicamos una corriente de alta frecuencia que reduce la inflamación, alivia el dolor y acelera la reparación de los tejidos dañados, como el labrum o el cartílago.
  • Punción Seca y Electrólisis (EPI/EPTE): Con una aguja, accedemos a los puntos gatillo de músculos profundos y sobrecargados (glúteos, psoas, piramidal, tensor de la fascia lata) que están perpetuando el problema, consiguiendo una relajación inmediata y duradera.
  • Ondas de Choque: Especialmente útiles cuando el CFA ha provocado tendinopatías asociadas, como en los tendones glúteos (trocanteritis).
  • Neuromodulación Percutánea: Si hay irritación nerviosa (como en el nervio ciático o femoral), utilizamos agujas y corrientes de baja frecuencia para modular la señal de dolor y mejorar la función del nervio.
  • Reeducación Postural y del Movimiento: Te enseñamos a sentarte, a caminar, a agacharte y a moverte de forma que no provoques el choque. Pequeños cambios en tu día a día pueden marcar una diferencia abismal.

Cadera Tipo CAM: Tratamiento con Fisioterapia Específica

Si tu diagnóstico es una cadera tipo CAM, el tratamiento con fisioterapia se vuelve aún más crucial.

Dado que la "bola" del fémur tiene esa protuberancia, nuestro objetivo es doble.

Primero, liberar toda la tensión de los músculos que "tiran" de la cabeza femoral hacia adelante y adentro, como los flexores de cadera y los aductores.

Segundo, y más importante, potenciar de forma muy específica la musculatura glútea y los rotadores externos.

Un glúteo fuerte y activo actúa como un "centinela" que mantiene la cabeza del fémur centrada en la cavidad durante el movimiento, evitando que la leva choque contra el acetábulo.

Es un trabajo de precisión que requiere un profundo conocimiento de la biomecánica.

Ejercicios para Mejorar el Choque Femoroacetabular: Tu Rol Activo

Los ejercicios son, sin duda, la parte más importante de tu recuperación a largo plazo.

Pero ¡cuidado! Internet está lleno de "ejercicios para el dolor de cadera" que, en el caso de un CFA, pueden ser contraproducentes y empeorar el pinzamiento.

Los estiramientos agresivos de piramidal o llevar la rodilla al pecho sin control pueden ser perjudiciales.

Los ejercicios para mejorar el choque femoroacetabular que pautamos en eFISIO son un traje a medida.

Se centran en:

  1. Activación del Core y Suelo Pélvico: Una pelvis estable es la base para una cadera funcional. Te enseñaremos a activar tu transverso del abdomen y tu suelo pélvico para crear un "corsé" natural que controle el movimiento.
  2. Fortalecimiento Específico de Glúteos: Nos enfocamos en el glúteo medio y menor, los grandes estabilizadores de la pelvis. Ejercicios como puentes de glúteo, abducción de cadera con gomas o "clamshells" serán tus mejores aliados, siempre realizados con una técnica impecable.
  3. Movilidad Controlada (sin dolor): Te guiaremos para que realices movimientos suaves de rotación y flexión dentro de tu rango libre de dolor. El objetivo es nutrir la articulación y enseñarle al cerebro que moverse es seguro.
  4. Estiramientos Inteligentes: En lugar de forzar, te enseñaremos a estirar los músculos correctos (como el psoas o el recto femoral) de manera que alargues el músculo sin provocar el choque en la articulación.

Este programa de ejercicios progresará contigo, adaptándose a tu mejoría, para que no solo te recuperes, sino que construyas una cadera más fuerte y resiliente que antes.

¿Qué Pasa si el CFA Causa Artrosis? Osteoartritis Erosiva y Tratamiento

El choque repetido a lo largo de los años es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar artrosis (desgaste del cartílago) de cadera en el futuro.

Si el diagnóstico llega tarde, es posible que ya exista un cierto grado de desgaste.

Aquí, el tratamiento se vuelve aún más importante.

Aunque no podemos revertir el desgaste ya establecido, un buen tratamiento para la osteoartritis incipiente se centra en frenar su progresión.

La fisioterapia, al mejorar la mecánica de la cadera, reduce la carga anormal sobre el cartílago, disminuye la inflamación y el dolor, y puede retrasar o incluso evitar la necesidad de una prótesis de cadera en el futuro.

Tu Historia de Éxito Comienza Hoy en eFISIO

Entiendo tu viaje.

Entiendo el cansancio de vivir con un dolor constante, la frustración de tener que renunciar a las actividades que amas y la incertidumbre de no saber qué te ocurre.

He escuchado historias de dolor que impiden dormir, que dificultan jugar con los hijos en el suelo o que convierten una simple caminata en un suplicio.

Pero la buena noticia es que no tienes que conformarte con vivir así.

Hay una solución.

En eFISIO, no nos limitamos a poner parches.

Nos sumergimos en tu caso, te escuchamos, te exploramos y creamos un plan de tratamiento integral y personalizado para ti.

Combinamos la mejor tecnología con la terapia manual más precisa y un programa de ejercicios que te empodera y te convierte en el protagonista de tu recuperación.

Da el primer paso para dejar atrás el dolor.

Pide tu cita en eFISIO.

Permítenos guiarte en tu camino hacia una cadera sana, fuerte y una vida sin limitaciones.

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Preguntas frecuentes sobre Impacto femoroacetabular

El impacto femoroacetabular (IFA) es una afección donde hay un contacto anormal entre la cabeza del fémur y el acetábulo, lo que causa dolor y limitación en la cadera. Esta condición afecta negativamente la movilidad y puede provocar daño en el cartílago y el labrum, llevando a artritis temprana si no se trata adecuadamente.
Los síntomas comunes incluyen dolor en la ingle, cadera o muslo, especialmente durante o después de actividades físicas. También puede haber rigidez articular, sensación de bloqueo o chasquido en la cadera, y dificultad para realizar movimientos como cruzar las piernas o agacharse profundamente.
El diagnóstico se basa en un examen físico detallado, la historia clínica del paciente y estudios de imagen como radiografías, resonancia magnética (RM) o tomografía axial computarizada (TAC). Las radiografías ayudan a identificar la morfología ósea anormal, mientras que la RM detecta lesiones del labrum y del cartílago.
Existen tres tipos principales: tipo CAM (aumento del cuello femoral), tipo Pincer (exceso de cobertura acetabular) y combinado (mezcla de ambos). Cada tipo se caracteriza por una alteración morfológica específica que causa el conflicto entre los huesos durante el movimiento de la cadera.
Los tratamientos fisioterapéuticos incluyen ejercicios de movilidad y fortalecimiento, corrección postural, terapia manual y educación sobre la mecánica corporal. El objetivo es reducir el dolor, mejorar la función articular y retrasar o evitar la necesidad de cirugía. Los programas se personalizan según la severidad y el tipo de IFA.
Se recomiendan ejercicios de movilidad articular como círculos de cadera y flexiones controladas, junto con ejercicios de fortalecimiento de la musculatura glútea, abdominal y de la cadera. Ejercicios específicos como clamshells, puentes de glúteos y bandas elásticas son muy útiles para mejorar la estabilidad y biomecánica de la cadera.
La fisioterapia ayuda a disminuir el dolor, mejorar la movilidad y fortalecer los músculos estabilizadores de la cadera. Además, educa al paciente sobre posturas y movimientos correctos para evitar el empeoramiento del problema. También se enfoca en corregir desequilibrios musculares y mejorar la funcionalidad diaria.
Las técnicas efectivas incluyen terapia manual como movilizaciones articulares, liberación miofascial y estiramientos específicos. También se utilizan modalidades como ultrasonido, TENS o frío/calor para controlar el dolor. La educación en autocuidado y la corrección del movimiento también son fundamentales para aliviar el dolor.
La recuperación varía de 3 a 6 meses, dependiendo de la gravedad del caso. Los síntomas pueden mejorar notablemente en las primeras semanas con un buen programa fisioterapéutico, pero se requiere compromiso continuo con los ejercicios y recomendaciones para lograr una recuperación funcional completa.
Se recomiendan ejercicios como flexión y extensión de cadera, abducción y aducción controlada, rotaciones internas y externas, y estiramientos suaves como la figura 8 con la pierna. También son útiles el estiramiento de la cintilla iliotibial y el músculo piramidal para mejorar el rango de movimiento.
Los ejercicios de fortalecimiento útiles incluyen puentes de glúteos, sentadillas controladas, clamshells con banda elástica, estocadas laterales y ejercicios de core. Estos ayudan a estabilizar la pelvis y mejorar la biomecánica de la cadera, disminuyendo la carga sobre la articulación afectada.
Para prevenir el empeoramiento, es esencial evitar movimientos repetitivos de flexión profunda de cadera, mantener una buena postura, realizar ejercicios regulares de fortalecimiento y movilidad, y seguir las recomendaciones del fisioterapeuta. Además, se debe evitar el sobreesfuerzo durante actividades físicas.
Evita actividades que impliquen flexión profunda de cadera como sentadillas profundas, yoga avanzado, ciclismo intenso o correr en superficies duras. También evita movimientos repetitivos de rotación interna y actividades de alto impacto que aumenten el dolor o la inflamación.
La terapia manual incluye técnicas como movilizaciones articulares, manipulaciones suaves, masajes y liberación miofascial. Estas técnicas ayudan a reducir el dolor, mejorar la movilidad articular y disminuir la tensión muscular alrededor de la cadera, facilitando una mejor función biomecánica.
La educación postural es fundamental para corregir malos hábitos que puedan agravar el IFA. Incluye enseñar posturas adecuadas al sentarse, pararse y caminar, así como evitar posiciones prolongadas que limiten el movimiento de la cadera o aumenten la compresión articular.
Técnicas de estiramiento beneficiosas incluyen estiramientos de flexores de cadera, isquiotibiales, tensor de la fascia lata y piramidal. Estos ayudan a mejorar la flexibilidad, reducir la tensión muscular y aliviar la compresión en la articulación femoroacetabular.
Los ejercicios se integran en la rutina diaria mediante pausas activas, modificaciones ergonómicas en el trabajo, adaptaciones en actividades físicas y el uso de recordatorios visuales. También se enseña cómo realizar actividades cotidianas con técnicas que minimicen la carga sobre la cadera afectada.
Se pueden esperar una reducción significativa del dolor, mejora en la movilidad articular, mayor fuerza muscular y mejor calidad de vida. Los resultados dependen de la adherencia al tratamiento, la gravedad inicial y la respuesta individual, pero la mayoría de los pacientes notan mejoría en 2-3 meses.
La cirugía se considera cuando la fisioterapia no proporciona alivio suficiente del dolor o mejora funcional, o cuando hay lesiones estructurales severas como desgarros del labrum o daño cartilaginoso avanzado. La decisión se toma en conjunto con el médico ortopedista y el fisioterapeuta.
Para manejar el dolor crónico, se recomienda mantener una rutina de ejercicios suaves, aplicar calor/frío según sea necesario, practicar técnicas de relajación, mantener un peso saludable, evitar actividades que exacerben el dolor y considerar terapias complementarias como acupuntura o terapia cognitivo-conductual.
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Foto de Rim Carranza

Rim Carranza

Fisioterapeuta eFISIO

Fisioterapeuta especializada en fisioterapia musculoesquelética y neurológica. Experta en tratamientos de dolor crónico y rehabilitación funcional en eFISIO.

Publicado: 9 de marzo de 2023
Última actualización: 28 de septiembre de 2025

Opiniones de nuestros pacientes sobre el tratamiento de Impacto femoroacetabular

Aquí tienes algunas reseñas escritas en google por nuestros pacientes

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Santiago Rebollo
17-06-2024
⭐⭐⭐⭐⭐Reseña de Google

Desde nuestra primera visita, María ha sido una luz de esperanza para nosotros. Con su enfoque amable y profesional, ha ayudado a nuestro hijo a superar los problemas de gases que tanto le incomodaban. Su conocimiento especializado en fisioterapia pediátrica y su habilidad para conectar con los niños es evidente en cada sesión. María utiliza técnicas suaves pero efectivas que han mejorado notablemente la comodidad y el bienestar de nuestro pequeño. Cada ejercicio y recomendación están pensados para adaptarse a las necesidades individuales de nuestro hijo, lo que demuestra su compromiso y atención personalizada. Estamos profundamente agradecidos por el progreso que hemos visto. María no solo ha ayudado a nuestro hijo con su problema de gases, sino que también nos ha enseñado cómo podemos apoyarlo en casa. Su paciencia y dedicación han hecho que cada visita sea una experiencia positiva y enriquecedora para toda la familia. Recomendamos a María sin reservas a cualquier familia que busque una fisioterapeuta pediátrica compasiva y competente. Su impacto en la vida de nuestro hijo ha sido inmenso, y estamos seguros de que otros niños se beneficiarán igualmente de su cuidado excepcional.

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Mariana Calvo
31-01-2024
⭐⭐⭐⭐⭐Reseña de Google

He tenido 3 sesiones de rehabilitación con Arturo y la mejora ha sido notoria y la atención de 10. En mi proceso de recuperación después de un esguince y fractura de peroné la sesiones con Arturo han sido de gran ayuda. Claves y de gran impacto en mi movilidad.